Bourdieu, lo simbólico, el poder y la dominación masculina

Hablar sobre una teoría de lo simbólico y el poder en conjunto, es hablar sin duda de Pierre Bourdieu, uno de los sociólogos contemporáneos más destacados. Para Bourdieu, los conflictos no solo se reducen a la cuestión de clases sociales, sino que esto sucede a través de los mecanismos de la reproducción social[1], y de la importancia del capital cultural[2] sobre otros factores a los que se les han atribuido gran importancia, como el económico.

Fuente thierry ehrmann


Lo que Pierre Bourdieu llama violencia simbólica es una relación social donde el “dominador” ejerce un modo de violencia indirecta y no físicamente directa en contra de los "dominados", los cuales no la evidencian o son inconscientes de dichas prácticas en su contra. Este tipo de violencias son construidas simbólicamente y legitimada por los roles sociales, estatus, género, posición social y categorías cognitivas. Así, la violencia simbólica surge en contextos asimétricos de poder y sirve para poder explicar la dominación tanto en el ámbito personal, como en lo colectivo, la dominación entre naciones, como el imperialismo o el colonialismo y la dominación masculina, que sucede tanto en sociedades primitivas como modernas. 

Para Pierre Bourdieu, la dominación masculina es un orden estructurante de dominación entre los sexos, que se pretenden naturales, una violencia simbólica que se enmarca en la óptica crítico-feminista. Bourdieu se contrapone a un pensamiento que pretende los hechos sociales como cosas dadas. Para él, como mencionamos anteriormente, lo que hace a hombres y mujeres y sus diferencias son socialmente producidas. De este modo la dominación masculina se convierte en el paradigma de toda dominación y por tanto de toda violencia simbólica. Bourdieu señala, «procede de que acumula dos operaciones: legitima una relación de dominación inscribiéndose en una naturaleza biológica que es en sí misma una construcción social naturalizada».

La diferencia biológica entre los sexos, es decir, entre los cuerpos masculino y femenino, y, muy especialmente, la diferencia anatómica entre los órganos sexuales puede aparecer de ese modo como la justificación natural de la diferencia socialmente establecida entre los sexos, y en especial de la división sexual del trabajo. (Bourdieu, 2000)

Sin embargo, la dominación masculina también implica la masculinización del cuerpo, si un varón no posee las cualidades de lo que se denomina como masculino, se le desprecia, si realiza actividades femeninas se le subvalora, tanto por varones como por mujeres. Y en el caso de las mujeres si esta realiza actividades masculinas o su cuerpo es masculinizado, se les desprecia por esto.

La fuerza simbólica es una forma de poder que se ejerce directamente sobre los cuerpos y como por arte de magia, al margen de cualquier coacción física; pero esta magia solo opera apoyándose en unas disposiciones registradas, a la manera de unos resortes, en lo más profundo de los cuerpos. (Bourdieu, 2000)

El concepto de habitus, acuñado por Bourdieu, resulta ser central para el análisis de las relaciones de poder, como es el caso de la dominación masculina. El habitus, nos dice Bourdieu, es un conjunto de disposiciones interiorizadas que informa las percepciones, los sentimientos y las acciones de la persona. Esto hace que los individuos de una clase determinada vivan de manera similar a la de otros miembros de su misma clase.

Así, para poder subvertir este orden de género es necesario transformar las estructuras que establecen ese orden simbólico dominante. Eso sería en palabras de Bourdieu, una revolución simbólica, que es la toma de conciencia sobre esas estructuras, en lo teórico y sobre todo en la praxis. 


Referencias

Bourdieu, P. (2000). La Dominación Masculina . Barcelona: Anagrama.

Chagoya, M. F. (2016). MIRADAS MULTIDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MASCULINIDAD: Desafíos para la impartición de justicia. México: Fontamara.

Noriega, N. (2016). Los estudios de género de los hombres y las masculinidades en México: reflexiones sobre su origen. Géneros , 31-62.


[1] La reproducción social en sociología es el conjunto de procesos biológicos, demográficos, sociales, económicos y culturales que derivan en la existencia y pervivencia de una sociedad y de los distintos grupos y clases sociales que la conforman.

[2] Pierre Bourdieu define el capital cultural como la acumulación propia de una clase, que, heredada o adquirida mediante la socialización, tiene mayor peso en el mercado simbólico cultural, entre más alta es la clase social de su portador.


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